viernes, 12 de junio de 2015

Escribir o no escribir, esa es la cuestión

Desde hace tiempo estoy analizando salir de mi zona de confort. Renunciar al trabajo porque me está enfermando. Me la paso angustiada, con bronca, enojada con todo y todos directamente. Un situación insostenible. Ya no me reconozco.
Ahí es donde viene la gran pregunta: si me voy ¿que voy a hacer para pagar las cuentas?
Por mi mente pasaron miles de emprendimientos: desde armar viandas veganas (porque yo los soy), estudiar peluquería canina hasta hacer carteras.
La cuestión es que no quiero dejar de ser periodista/ escritora. Ese es mi sueño. Sé que no es fácil pero tampoco imposible, hay mucha gente que lo hace y vive de eso. Pero ¿soy lo suficientemente buena para lograrlo? ¿tengo algo novedoso que los demás no tienen? No lo sé. No es algo que yo pueda responder.
Algunas veces me pregunto si podré dedicarme a esto que me apasiona. La falta de feedback no ayuda. Que solo mi novio me diga que escribo bien me motiva pero no es suficiente. Es como cuando un amigo se pone a cantar y aunque lo haga mal, le decís que tiene una voz maravillosa. No quiero un cumplido para sentirme bien, prefiero una crítica para poder analizar si debo enfocarme de lleno o cambiar el rumbo y solo hacerlo como un pasatiempo.
La emoción que me provoca escribir no la siento con otra cosa. La sangre me hierbe, lo deseo con todas mis fuerzas. A veces con eso no alcanza.

Hace unas semanas que me paso investigando sobre gente que dejo su trabajo de oficina para apostar a su proyecto personal. Sea cual fuere, le dieron batalla y les va bien. Quiero eso, ser feliz con lo que me gusta hacer. Basta de estar en un lugar que no me hace bien y en donde no tengo posibilidad de crecer.
Justo ayer me puse a pensar que me dejaba este trabajo en el que hoy me encuentro. Poco y nada. Son más las personas que los nuevos conocimientos. O sea que desperdicié casi ocho años de mi vida por la simple comodidad. Tristisimo.

Este es el momento de cambiar. Lo sé, lo siento en mi corazón como nunca antes me paso. Si no lo hago ahora me voy a arrepentir.

Hay miles de disparadores dando vueltas en mi cabeza para escribir. Será cuestión de sentarme, ordenar todo y comenzar a hacerlo. Porque de eso se trata, de empezar a intentar.

Manos a la obra!





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